¿Qué podemos aprender de la vida de José?



José fue el undécimo hijo de Jacob, fruto de su unión con Raquel, su esposa amada. Su historia se relata en Génesis 37 al 50, donde se nos muestra a un joven de 17 años que, al regresar del campo, da un informe negativo sobre sus hermanos a su padre. Jacob “amaba a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores”. Este favoritismo provocó el odio de sus hermanos.

José también tuvo sueños proféticos que indicaban que un día gobernaría sobre su familia. Lo que avivó aún más la envidia de sus hermanos. Finalmente, conspiraron para matarlo, pero a sugerencia de Judá, decidieron venderlo como esclavo. Engañaron a su padre manchando su túnica con sangre, haciéndole creer que una bestia lo había devorado.

La fidelidad en medio de la adversidad

José fue llevado a Egipto y vendido a Potifar. Pronto se destacó por su diligencia, y Potifar lo puso al frente de su casa. Pero cuando rechazó repetidamente los intentos de seducción de la esposa de Potifar, ella lo acusó falsamente y terminó en prisión. Aun en la cárcel, “Jehová estaba con José”, y él halló gracia a los ojos del carcelero.

La exaltación de un siervo fiel

José interpretó correctamente los sueños de dos presos, pero fue olvidado por el copero que recobró su cargo. Dos años más tarde, el faraón tuvo sueños que nadie pudo interpretar, y entonces llamaron a José. Él declaró que Dios le revelaba los significados: vendrían siete años de abundancia y luego siete de escasez. Impresionado, el faraón lo nombró gobernador de Egipto.

Durante la hambruna, sus hermanos viajaron a Egipto en busca de alimento sin reconocerlo. José los puso a prueba varias veces hasta ver un cambio genuino en sus corazones. Finalmente, se reveló con lágrimas y perdón, reconociendo la soberanía de Dios en su sufrimiento: “No me enviasteis acá vosotros, sino Dios”.

Lecciones que podemos aprender

  • Evitar el favoritismo familiar: El trato preferencial de Jacob causó heridas profundas entre sus hijos.
  • Huir de la tentación: José nos da un ejemplo claro de cómo actuar ante la inmoralidad sexual: huir.
  • Ser fieles en la adversidad: José fue fiel aún cuando fue traicionado, esclavizado y encarcelado injustamente. Dios nunca lo abandonó.
  • El perdón genuino: José perdonó sinceramente a sus hermanos, sin rencor, y mostró misericordia, reflejando el corazón de Dios.
  • La soberanía de Dios: A través de todo, José reconoció que Dios estaba obrando para bien, incluso en medio del mal.

Conclusión

La vida de José nos muestra que Dios tiene el control incluso en las circunstancias más oscuras. La fidelidad de José en cada etapa —en la traición, la esclavitud, la tentación y el poder— es un ejemplo poderoso de lo que significa confiar en Dios de todo corazón. Su historia nos recuerda que las acciones malintencionadas de los hombres jamás podrán detener los planes divinos.

Reflexión final

“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien”.

Así como José, también nosotros podemos confiar en que Dios usa incluso nuestras pruebas y sufrimientos para cumplir Su propósito eterno. No importa lo injusta que parezca nuestra situación, el Señor sigue siendo fiel. Él convierte las lágrimas en bendición y el rechazo en promoción. ¡Confía en Él y permanece firme!

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